La reconocida líder opositora venezolana, María Corina Machado, expresó de manera contundente este viernes sus opiniones sobre la situación política de Venezuela, enfatizando la necesidad imperiosa de hacer valer la soberanía popular. En su declaración, Machado subrayó que la administración del presidente Nicolás Maduro debe «enfrentar la justicia internacional» debido a los crímenes de lesa humanidad cometidos en el país.
Durante una entrevista concedida al medio de comunicación Todo Noticias, Machado destacó la importancia de socavar las bases que sostienen a Maduro. Según aseguró, esto es fundamental para que el mandatario comprenda que su «mejor opción es una transición negociada». Sus palabras reflejan un llamado a la acción, instando a la movilización de esfuerzos tanto nacionales como internacionales para facilitar un cambio político en Venezuela.
En cuanto a las acciones que debe considerar la Corte Penal Internacional (CPI), Machado fue categórica al afirmar que se debe «elevar el costo» del poder para el Gobierno actual. Según sus declaraciones, es vital dificultar cada día más la permanencia de Maduro al frente del país, instando a que «permanezca sangre y fuego aferrado al poder». Estas palabras reflejan el compromiso de Machado con la búsqueda de justicia y libertad para los venezolanos, señalando la importancia de tomar acciones contundentes frente a las violaciones de derechos humanos que se han registrado.
El llamado de Machado se inscribe en un contexto político complejo, donde la presión internacional es vista por muchos sectores como crucial para el desarrollo de un proceso de transición en Venezuela. Con su declaración, Machado no solo reafirma su posición como una voz crítica contra el régimen de Maduro, sino que también resalta la necesidad de una estrategia concertada que combine voluntad popular y presión internacional para lograr un cambio significativo en el país.
El futuro de Venezuela sigue siendo incierto, y las palabras de Machado invitan a la reflexión sobre el papel que deben desempeñar tanto los actores locales como los internacionales en la búsqueda de una solución pacífica y democrática para el país. La comunidad internacional observa con atención los próximos pasos que se tomarán, especialmente en el ámbito judicial internacional, y cómo estos podrían influir en el camino hacia una nueva Venezuela.