Más de veinte familias residen entre los residuos del botadero de Tiguadare, en Falcón, enfrentando riesgos sanitarios y sociales debido a la escasez de oportunidades que las obligan a permanecer en el lugar. Un reportaje de Cotejo.info, titulado «Entre la basura y la esperanza: 20 familias sobreviven en el vertedero de Paraguaná tras dejar sus hogares», documenta cómo estas personas dependen del reciclaje para subsistir en medio de la crisis económica de Venezuela.
Hombres, mujeres y niños encuentran en los desechos no solo su sustento, sino también un refugio. En un entorno sin servicios básicos, levantan sus hogares improvisados con materiales reciclados y sobreviven con ingresos que apenas alcanzan los 20 dólares semanales. Testimonios de habitantes como Pablo José Medina, que ha vivido allí durante 18 años recolectando cartón, o de mujeres como María Rodríguez y Yanira Gutiérrez, quienes escaparon de la violencia en sus comunidades, ilustran esta realidad.
El reportaje revela la exclusión social acentuada por la falta de agua potable, electricidad, atención sanitaria y educación, además de denuncias de extorsión por parte de ciertos funcionarios. Sin embargo, las familias consideran el vertedero un lugar más seguro que aquél del que huyeron.
Las autoridades locales afirman haber progresado en la recuperación del vertedero y en la implementación de un sistema de clasificación de desechos. No obstante, los residentes temen que el control del reciclaje por parte del gobierno elimine su única fuente de ingreso libre.
Administrado por el Instituto Municipal de Aseo Urbano (Imaseo), adscrito a la Alcaldía de Carirubana, el vertedero de Tiguadare ha visto intentos de recuperación parcial por parte de las autoridades, quienes aseguran haber disminuido la influencia de las «mafias de la basura». A pesar de esto, los habitantes siguen accediendo a las fosas para extraer materiales reciclables que venden a pequeñas empresas locales.
En 2022, Imaseo anunció la creación de una zona de control ambiental y la implantación de un sistema formal de recolección y clasificación de desechos remunerado. Sin embargo, los residentes temen la restricción de la comercialización libre de materiales, lo que podría reducir sus ya mínimos ingresos.
Cotejo.info, comprometido con el periodismo de datos y derechos humanos en Venezuela, busca dar visibilidad a las condiciones de vida de estas comunidades vulnerables. El reportaje completo está disponible en su portal web, detallando cómo más de veinte familias han convertido los desechos del vertedero de Tiguadare en su medio de vida y refugio frente a la crisis económica venezolana.
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