Barquisimeto vivió un profundo fervor religioso con la 167ª Procesión de la Divina Pastora el pasado 14 de enero, cuando más de dos millones de devotos se congregaron para acompañar a la santa patrona en su recorrido hacia la Catedral Metropolitana del municipio Iribarren. La jornada comenzó con una vigilia en el Santuario de la Divina Pastora en Santa Rosa, marcada por una intensa madrugada de oración, petición y liberación.
La procesión fue precedida por la Santa Eucaristía de Salida, celebrada al aire libre en el santuario, y presidida por el Monseñor Polito Rodríguez Méndez, Arzobispo de Barquisimeto. Esta festividad se considera un evento de importancia significativa para la comunidad, reflejando la profunda devoción de los larenses y feligreses de todo el país.
Desde la noche anterior, devotos de diversos estados llegaron al santuario para participar en la vigilia. La celebración religiosa contó con la presencia de cinco obispos y 130 sacerdotes de diferentes regiones, incluyendo ciudades como Mérida, Ciudad Bolívar y Carora. Durante la eucaristía, se entonaron cánticos y plegarias en un ambiente de intensa espiritualidad y comunidad.
En su homilía, el arzobispo Rodríguez Méndez hizo un llamado a la unidad y la esperanza, enfatizando la importancia de «crear espacios de encuentro y comunión». Asimismo, invitó a los fieles a encontrar consuelo y alegría en Jesús, especialmente en momentos de dificultad, y a formar a las nuevas generaciones en valores cristianos.
Como parte del Año Jubilar de la Esperanza, el arzobispo instó a los devotos a visitar las Puertas Santas de las arquidiócesis y diócesis de Venezuela, como una forma de experimentar la gracia de la reconciliación. Esta festividad, iniciada con la Solemne Bajada el 5 de enero, va más allá de ser una tradición; es un momento de renovación de fe y agradecimiento por las bendiciones recibidas.
La procesión, que sigue la tradicional ruta de 7.5 kilómetros hacia Barquisimeto, reafirma el compromiso espiritual y el amor hacia la Divina Pastora. Un punto destacado de la celebración fue el homenaje en la Plaza Macario Yépez, donde la Orquesta Mavare y el coro del Seminario Divina Pastora ofrecieron una presentación musical en honor a la virgen.
La simbólica entrada al arco de Barquisimeto fue liderada por los Frailes Dominicos y Padres Redentoristas, quienes llevaron con solemnidad la imagen de la Virgen, seguida por seminaristas y miembros del clero. El evento contó con la presencia del Padre Jesús Ramírez, director del Secretariado Arquidiocesano de Pastoral de la Comunicación, quien dio la bienvenida a los asistentes.
La música, elemento central de la celebración, incluyó interpretaciones de la Orquesta Mavare, como la marcha Mavare y Endrina, y tres piezas emotivas por el seminario: «Belleza incomparable», «Bajo tu manto» y «Enséñame María». El homenaje concluyó con la despedida de la virgen al son de «Olé», mientras la sagrada imagen continuaba su peregrinar.
La procesión culminó en la Catedral Metropolitana de Barquisimeto, donde la eucaristía final fue presidida por el Monseñor Helizandro Terán Bermúdez, Arzobispo de Mérida, cerrando así un evento cargado de fe y devoción que fortalece los lazos espirituales de la comunidad.
El Nacional