Las deportaciones de migrantes que residen de forma ilegal en Estados Unidos han incrementado tras las órdenes del presidente Donald Trump desde que asumió el cargo por segunda vez. Una de las historias destacadas involucra a Kevin Rodríguez, un migrante venezolano que enfrentó una dura experiencia antes de ser devuelto a su país de origen.
En una entrevista concedida a Noticias Telemundo, Kevin Rodríguez compartió el difícil periodo que vivió durante los 14 días que permaneció en la cárcel. «Cuando llegamos había hasta telarañas. Estaban en muy mal estado esas celdas y se veía que tenía tiempo que no habitaban. Ni siquiera limpiaron, había hormigas y ya no había nada para comer”, relató.
Rodríguez describió la celda asignada como muy pequeña y con espacios reducidos. Detalló que fue trasladado en vuelos militares junto a 178 venezolanos hacia la base naval de Guantánamo, en Cuba. «Estábamos aguantando frío, la comida de verdad que era bien pésima y poquita. La última del día era a las cuatro de la tarde. Lo que era a las siete, ocho, nueve de la noche, teníamos mucha hambre», expresó.
Durante su estancia, el uso de un colchón delgado hizo que perdiera alrededor de cuatro kilos. Kevin también fue testigo de maltratos hacia otros detenidos. «Para bañarnos, nos sacaban cada tres días y esposados por la policía. Luego nos revisaban para entrar a bañarnos. Cuando salíamos nos revisaban de nuevo», añadió.
Tras su liberación, el joven venezolano reveló quiénes compartían celda con él: «Hubo gente que ni siquiera entró a Estados Unidos, que ni siquiera tenía tatuajes, gente que de verdad no estaba vinculada con ninguna banda y los trataron igual, a todos nos trataron igual. Nos discriminaron prácticamente por ser venezolanos».
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), de los 178 migrantes venezolanos detenidos, 51 no tenían antecedentes penales, 126 contaban con historial criminal, y los restantes 80 estaban vinculados al grupo conocido como Tren de Aragua.
El regreso de Kevin Rodríguez a Venezuela fue seguido con emoción por su familia, quienes lo vieron descender del avión a través de la televisión el 20 de febrero. «De verdad que no pienso volver a salir de mi país, porque quedé de verdad traumatizado con todo lo que pasé», afirmó Rodríguez.
La experiencia de Kevin Rodríguez resalta la complejidad y las dificultades que enfrentan muchos migrantes en su intento por buscar una vida mejor fuera de su país de origen.
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