En su reciente aparición en el programa televisivo “Zona Digital”, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció una presunta estrategia de máxima presión orquestada por Estados Unidos contra el país. Maduro acusó al gobierno estadounidense de intentar desestabilizar Venezuela mediante chantaje psicológico y amenazas.
“Están todas las opciones sobre la mesa y debajo de la mesa”, afirmó Maduro, refiriéndose a las tácticas empleadas por Estados Unidos para generar zozobra en la nación. El presidente criticó a María Corina Machado, a quien calificó como la “jefa del fascismo”, acusándola de ser la responsable de las recientes amenazas y de una campaña psicológica contra Venezuela.
El jefe de Estado recordó que el país ya había enfrentado intentos de presión el pasado 29 y 30 de julio, los cuales, según él, fueron derrotados por la resistencia venezolana. Maduro cuestionó la legitimidad de las acciones estadounidenses, argumentando que no tienen derecho a chantajear a magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) ni a líderes militares. Calificó estas acciones como “ilegales” e “inmorales”, y destacó que, en lugar de causar temor, estas medidas han fortalecido la moral antiimperialista del pueblo venezolano.
El presidente también subrayó el esfuerzo continuo de las instituciones públicas venezolanas para contrarrestar las agresiones del gobierno estadounidense. Afirmó que, a pesar de las crecientes sanciones y medidas coercitivas, el pueblo venezolano y las fuerzas militares permanecen firmes en la defensa de la soberanía nacional. “Cada vez son más las acciones ilegales que imponen, pero el pueblo sabe que ellos son colonialistas”, señaló, agregando que las sanciones impuestas son vistas como “condecoraciones” para los militares que defienden al país.
Maduro reiteró su firme compromiso de proteger la soberanía y estabilidad de Venezuela, reafirmando que el país continuará su lucha por la independencia, la paz y la tranquilidad, sin ceder ante las presiones externas.