La suspensión del sistema de procura de órganos para trasplantes en Venezuela, vigente desde el año 2017, ha dejado a cientos de niños, adolescentes y adultos sin la posibilidad de recibir una segunda oportunidad de vida. En este contexto, las condiciones de los centros de salud venezolanos continúan deteriorándose, mientras el tiempo apremia para los pacientes que aún esperan por un trasplante.
Según estimaciones de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV), al menos 150 niños, niñas y adolescentes no han recibido el trasplante que necesitan desde la suspensión del programa. En el Hospital J.M. de los Ríos, el principal centro pediátrico del país, 85 menores han fallecido en el área de Nefrología mientras esperaban un riñón entre 2017 y 2024. La falta de cifras oficiales complica la obtención de un panorama completo sobre la cantidad de personas que requieren un trasplante y cuántas han fallecido en espera de uno.
Causas de la suspensión
El declive de los trasplantes comenzó en 2014, cuando el Ministerio de Salud asumió la gestión de estas operaciones, una tarea previamente a cargo de la Organización de Trasplantes de Venezuela. En 2017, la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene) suspendió las operaciones debido a deficiencias en los hospitales y en la entrega de inmunosupresores. Aunque se prometió que la suspensión sería temporal, ocho años después, no se ha dado una solución efectiva.
En los últimos años, se han reactivado los trasplantes de donantes vivos en algunos centros de salud públicos, pero el alcance es limitado, ya que estos procedimientos se realizan solamente en Caracas. Los trasplantes de vivo a vivo solo son posibles si el paciente cuenta con un familiar dispuesto a donar, pudiéndose realizar únicamente trasplantes de hígado y riñón.
Organizaciones como la ONTV, Prepara Familia, y Cecodap han exigido al Estado venezolano que garantice el derecho a la salud y reactive el programa de trasplantes de órganos de cadáver a vivo. Carlos Trapani, abogado y coordinador de Cecodap, enfatizó la falta de políticas públicas integrales y transparentes, destacando que más de 280 niños y adolescentes se mantienen conectados a máquinas de diálisis, con sus condiciones clínicas deteriorándose.
La Constitución venezolana consagra la salud como un derecho en su artículo 83, sin embargo, la realidad muestra una situación crítica. La reactivación del programa de trasplantes sería esencial para brindar esperanza a quienes aún luchan por su vida, enfrentando un sistema que hasta ahora ha fallado en proporcionar soluciones efectivas.
El 1 de junio de 2017 se cumplen 8 años cuando el Programa de Procura de Órganos de donantes cadavéricos fue suspendido.
— Carlos Trapani (@carlosmtrapani) May 29, 2025
Desde entonces, no se ha implementado una política pública integral, transparente y sostenida que permita reactivar el derecho a recibir un trasplante,…
El Nacional