La Operación Tun Tun ha resurgido en Venezuela tras las elecciones presidenciales, alarmando a la comunidad internacional por las prácticas represivas reincidentes en el país. El reciente informe de la Misión Independiente de la ONU para Venezuela, publicado el 15 de octubre, arroja luces sobre esta preocupante táctica de seguridad implementada por el gobierno.
La Operación, cuyo nombre proviene de un popular aguinaldo venezolano, se caracteriza por la irrupción en viviendas y detenciones arbitrarias. Según testimonios recopilados por la ONU, el operativo involucra la entrada forzosa a hogares: “Una mujer, cuya familia vivió uno de estos operativos, explicó que el ‘Tun Tun es que van a las casas, tocan, y si no abren, te tumban la puerta y se llevan a la persona sin decir absolutamente nada’”.
El informe resalta que la detención de personas se fundamenta simplemente en manifestar descontento con los resultados electorales, sea a través de vídeos, mensajes en redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea. Las autoridades venezolanas han clasificado estas manifestaciones como actos de “terrorismo” y “odio”.
En los días siguientes a las protestas poselectorales, se produjo un elevado número de detenciones. La Misión de la ONU subraya que muchas de estas arrestaciones se efectuaron durante las manifestaciones o poco después, mientras que otras ocurrieron en las cercanías del lugar de protesta, incluso semanas después en los domicilios de los afectados. En algunos casos, se realizaron detenciones en el aeropuerto de la capital, incrementando la sensación de inseguridad entre los ciudadanos.
La violencia y las tácticas coercitivas no se detienen en las detenciones. La Misión documentó casos de tortura física y psicológica, forzando a las personas, especialmente a niños y jóvenes, a incriminarse a sí mismos en videos. Algunos detenidos fueron amenazados con largas condenas si no aceptaban los cargos, mientras que en otros casos, se les coaccionó a firmar documentos sin que les permitieran leerlos.
El informe también menciona la estrategia de los cuerpos de seguridad de publicar sus operativos en redes sociales. Estas acciones, claramente direccionadas a sembrar el miedo y disuadir nuevas protestas, han sido comunes. En efecto, han facilitado la detención de personas previamente identificadas a través de fotografías o vídeos de agentes del Estado o colectivos.
El impacto de la Operación Tun Tun es vasto y preocupante. La Misión de la ONU ha documentado la detención de 66 miembros y dirigentes de partidos de oposición, incluyendo nueve mujeres, y defensores de derechos humanos. Entre los detenidos también se encuentran 10 periodistas, víctimas de amenazas y descalificaciones por parte de las autoridades, así como funcionarios, indígenas, estudiantes y profesores universitarios.
La comunidad internacional permanece alerta ante estas violaciones a los derechos humanos, mientras el pueblo venezolano enfrenta un clima creciente de intimidación y represión.
Cortesía El Nacional