En el contexto del Día Mundial de la Donación de Órganos, la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV) ha renovado su llamado al gobierno nacional para reactivar el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos, un programa fundamental que se ha mantenido suspendido durante más de siete años.
Anabela Arminio, asesora médica de la ONTV, enfatizó en una entrevista para el programa «A Tiempo» de Unión Radio, que el Estado enfrenta dos obligaciones críticas y no atendidas durante años: la reactivación del programa de trasplantes de órganos de personas fallecidas y la ampliación de los programas para donantes vivos. Arminio destacó que, aunque la tarea es compleja y extensa, es imperativo comenzar a trabajar en ello para ofrecer una oportunidad de vida a las cientos de personas en Venezuela que dependen de un trasplante.
Actualmente, el programa de trasplantes para donantes vivos del sector público sigue siendo de alcance muy limitado, ya que estos procedimientos solo se realizan en la Clínica Popular del Paraíso, ubicada en Caracas. Arminio señaló: «No todo el país que requiere trasplante tiene donante vivo por un lado, y por el otro, no todo el mundo puede venir a Caracas», apuntando a las limitaciones geográficas y logísticas que enfrentan los pacientes.
Además, subrayó que aunque los programas de trasplantes de órganos son costosos, mantener a los pacientes en diálisis también conlleva un gasto significativo y reduce su calidad de vida. En el pasado, los centros de trasplante estaban ubicados en los hospitales públicos, facilitando así el acceso a toda la población.
Finalmente, Arminio resaltó la necesidad urgente de formar nuevo personal en el área de procura y en la actividad de trasplante y seguimiento de los pacientes trasplantados, ya que muchos profesionales capacitados han dejado el país. La revitalización de estos programas no solo mejoraría la salud pública en Venezuela, sino que también representaría un avance significativo en el cumplimiento de los derechos de sus ciudadanos a recibir atención médica adecuada.
Cortesía El Nacional