Según un exhaustivo informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la capacidad adquisitiva de los docentes venezolanos enfrenta un serio desafío. En un contexto económico que continúa siendo crítico, Cendas-FVM ha recabado datos que revelan que un maestro necesitaría 29 veces su salario actual para cubrir el costo de la canasta básica de alimentos, que cerró en 531,57 dólares en septiembre para una familia promedio de cinco personas.
El panorama salarial para los docentes presenta cifras preocupantes. Actualmente, el salario promedio de los educadores se estima en apenas 18,34 dólares mensuales, lo cual significa que solo cubre un 3,5% del costo total de la canasta básica alimentaria. Esto refleja un déficit alarmante del 96,5%, un indicador claramente insostenible para mantener un estándar de vida básico.
La canasta básica alimentaria, vital para la subsistencia, comprende 60 productos esenciales. A pesar de que, en comparación con agosto, su valor disminuyó en 7,59 dólares, el alivio es mínimo frente al abrumador costo total. Además, el informe del Cendas-FVM destaca aumentos en otros sectores que tienen un impacto directo en la vida cotidiana de los venezolanos: la educación aumentó sus costos en 4,9%, seguida por bebidas alcohólicas y tabaco con un alza del 1,5%, junto con sectores de salud y restaurantes y hoteles, que presentaron incrementos del 1,4%.
En un intento de paliar la situación, el sueldo en el país se encuentra pegado al equivalente de 130 bolívares, lo cual se traduce a aproximadamente 3,3 dólares según la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV). Este ingreso se complementa con un bono de alimentación de 40 dólares. Además, los trabajadores del sector público reciben un adicional denominado “bono de guerra económica”, de 90 dólares. Con la sumatoria de ambas ayudas, el ingreso mensual alcanza un aproximado de 133,3 dólares, aunque este total es entregado en bolívares a la tasa de cambio oficial y no cuenta para beneficios laborales.
A la luz de estos datos, se hace evidente que las medidas económicas vigentes no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de un docente venezolano y su familia. Este informe de Cendas-FVM subraya la urgencia de revisar estrategias económicas que garanticen mayor estabilidad y equidad para los trabajadores del sector educativo en Venezuela.