La familia de Josnars Baduel, preso político en Venezuela, ha denunciado la suspensión indefinida de las visitas y la entrega de paquetería en la cárcel de El Rodeo I, ubicada en el estado Miranda. La medida fue comunicada cuando Margareth, hermana del detenido, acudió al recinto cumpliendo con todos los protocolos establecidos.
Andreina Baduel, también hermana de Josnars, explicó a través de redes sociales que Margareth fue informada de la suspensión sin explicación ni motivo alguno. Además, se le indicó que, para hacer llegar la paquetería, debía hacerlo mediante otro familiar de un recluso que estuviera dentro del penal.
Falta de atención médica y condiciones críticas
Andreina Baduel destacó que, aparte de las restricciones de visita, la semana anterior se solicitaron medicinas para su hermano, pero la familia aún no tiene confirmación sobre la entrega de estos insumos. Ella denunció que «negar el contacto familiar, restringir la entrega de insumos médicos y mantenerlo bajo estas condiciones es tortura». También manifestó que la salud de Josnars se deteriora diariamente debido a la falta de atención médica, lo cual, según ella, es un reflejo de las condiciones inhumanas prevalecientes en El Rodeo I.
Este caso no es un hecho aislado, según Baduel, quien asegura que miles de familias de presos políticos en Venezuela enfrentan situaciones similares. «Seguiremos levantando la voz y denunciando cada irregularidad, porque no es justo que ninguna familia venezolana tenga que vivir esta situación. No van a quebrarnos», manifestó en su denuncia pública.
La organización Un Mundo Sin Mordaza también se ha pronunciado al respecto, señalando que Josnars Adolfo Baduel, hijo del fallecido general Raúl Isaías Baduel, se encuentra en condiciones críticas. En una declaración pública, la ONG mencionó que el joven ha soportado «60 meses de tortura, incomunicación y abandono médico», alertando que «lo están matando lentamente».
Josnars Baduel fue arrestado el 4 de mayo de 2020 en la localidad de Chuao, estado Aragua, durante la fallida incursión marítima conocida como Operación Gedeón. Desde entonces, enfrenta cargos por traición a la patria, terrorismo, conspiración, tráfico de armas y asociación para delinquir. En mayo de 2024, fue condenado a 30 años de prisión, la máxima pena establecida por la legislación venezolana.
Durante su detención, su familia y diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado que ha sido víctima de torturas físicas y psicológicas. Entre los abusos documentados se encuentran golpizas, asfixia por inmersión, descargas eléctricas y suspensión prolongada por los brazos, lo que le ha causado lesiones graves.
Este panorama sigue generando preocupación en el ámbito internacional sobre el respeto a los derechos humanos en Venezuela, instando a una revisión de las condiciones carcelarias y a la garantía de un trato humano para todos los detenidos.
📢 DENUNCIA | Nuevamente, se nos vulnera un derecho fundamental.
— ANDREINA BADUEL (@AndreinaBaduel) August 11, 2025
Este fin de semana, le correspondía la visita y entrega de paquetería para mi hermano, Josnars Baduel.
Mi hermana Margareth, llegó hasta El Rodeo I, cumpliendo con cada protocolo, pero le informaron que LAS… pic.twitter.com/4BSar11cFA
El Nacional