El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, confirmó la detención del abogado Eduardo Torres, miembro de la organización de derechos humanos Provea, y lo acusó de participar en actividades para «sabotear» las elecciones de gobernadores y diputados programadas para el próximo 25 de mayo.
Torres había sido reportado como desaparecido desde la tarde del pasado viernes por sus familiares y la propia ONG. Según informaron, sus compañeros visitaron varios centros de detención sin obtener respuesta, una práctica habitual en casos de detenidos por razones políticas.
El martes, tras las denuncias, Saab negó que se tratara de un caso de desaparición forzada. En cambio, acusó a Torres de estar involucrado en supuestos planes para desestabilizar los comicios. El coordinador general de Provea, Óscar Murillo, lideró diversas actividades para denunciar la situación de su compañero, lo cual fue interpretado por Saab como un «ataque» al sistema de justicia venezolano.
Saab afirmó que Torres «ha sido detenido por su vinculación con una trama conspirativa para generar violencia durante las elecciones», alegando que parte de sus actividades se realizaban bajo una estructura denominada Nodos de Formación Ciudadana, presuntamente financiada por agentes extranjeros. Según Saab, dichas actividades usaban «talleres de formación como fachada para organizar focos de violencia», llamando a la destrucción de centros electorales y difundiendo mensajes de odio contra las autoridades del Estado.
Además, el fiscal general aseguró que Torres utilizaba las redes sociales para propagar estos mensajes y que «varias personas involucradas» ya han sido identificadas y están solicitadas por los tribunales competentes.
En cuanto a los cargos presentados, Torres fue acusado de conspiración, terrorismo, traición a la patria y asociación para delinquir. Saab aseguró que el abogado fue presentado «conforme a los lapsos procesales», garantizando su derecho a la defensa y decretando una medida de prisión preventiva. También mencionó que estaban evaluando las declaraciones de Murillo, las cuales calificó de «acusaciones temerarias» que, según él, se utilizan en el exterior para atacar la Constitución y al pueblo venezolano.
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