Residentes del sector José Félix Ribas permanecen consternados luego de que un bebé de apenas dos meses fuera hallado sin vida dentro de un tobo lleno de agua, presuntamente sumergido por su propia madre con el consentimiento de sus familiares. El hecho, que ha generado profunda indignación, fue reseñado por el portal «Yaracuy Al Día».
Según las investigaciones preliminares, la madre, junto a la abuela materna y dos tíos paternos, habría inmovilizado al infante y, después de causarle fracturas en la cabeza —lesiones que ya presentaba al parecer desde hace días—, lo sumergió en un recipiente con agua. El padre del menor, que se encontraba ausente trabajando, dejó al bebé dormido y fue un familiar quien luego lo descubrió flotando, lo rescataron y llevaron de urgencia al hospital de Chivacoa, donde llegó sin signos vitales.
El personal médico notificó de inmediato al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), cuyos expertos, junto al SENAMECF Yaracuy, confirmaron las lesiones craneales y, tras considerar probables indicios de homicidio, detuvieron a la madre, la abuela y los tíos paternos. Según reportes, la autora declaró que “escuchaba voces” que la instaban a dañar al menor; dichas voces incluso la empujaban al sostener al niño en sus brazos.
Testigos han señalado que quienes convivían con ella estaban al tanto de los hechos, pero no intervinieron, actuando como presuntos cómplices. Además, se supo que el día previo al suceso, la madre llevó al bebé al Hospital Tiburcio Garrido, alegando una caída que afectó la cabeza del pequeño; el niño fue atendido y dado de alta horas después. El padre del menor también está siendo investigado por las autoridades.
Espiga Noticias