La Universidad Central de Venezuela (UCV) ha reafirmado su compromiso con un sistema de ingreso que privilegia el mérito académico, en medio de un reciente debate sobre las pruebas de admisión internas. La secretaria de la UCV, Corina Aristimuño, subrayó la disposición de la institución para participar en diálogos constructivos con el Ministerio de Educación Universitaria sobre la prohibición impuesta por el Consejo Nacional de Universidades (CNU), la cual afecta directamente a la aplicación del Sistema de Ingreso por Mérito Académico y Diagnóstico Integral (Simadi).
Durante una reunión con representantes del ministerio, Aristimuño expresó sorpresa ante la decisión del CNU, que prohíbe las pruebas internas de admisión. Señaló que la UCV defenderá su autonomía esperando la publicación oficial en Gaceta Universitaria para evaluar los pasos a seguir. Además, recalcó la importancia de abrir un espacio técnico y científico para desarrollar una política de admisión inclusiva en Venezuela.
Simadi, el sistema que defiende la UCV, se basa en el “mérito académico” del estudiante, ponderando un 60% de las notas de primero a cuarto año y un 40% los resultados del test aplicado por la universidad. Este sistema no considera el lugar de origen del estudiante ni actividades extracurriculares, ofreciendo, según Aristimuño, la oportunidad de estudiar lo que deseen.
En respuesta a las acusaciones del ministro Ricardo Sánchez sobre la exclusión del sistema, la secretaria de la UCV argumentó que la verdadera exclusión radica en la falta de becas y servicios adecuados para los estudiantes. Destacó que entre el 75% y 80% del ingreso a la UCV proviene del Sistema Nacional de Ingresos, con solo un 17% asignado por Simadi.
La UCV ha desarrollado estrategias de ingreso inclusivas, como el curso introductorio en la Facultad de Ingeniería, que ha demostrado ser efectivo en mejorar la prosecución académica. Este curso ha mostrado una disminución significativa en el porcentaje de materias reprobadas por los estudiantes, comparado con aquellos que ingresan por otros sistemas.
Finalmente, Aristimuño aclaró que el aporte económico solicitado para participar en Simadi financia tanto su ejecución como el programa Samuel Robinson, clave para la prosecución estudiantil. Enfrentándose a posibles cambios propuestos por el ministerio, hizo un llamado a discutir seriamente el presupuesto universitario y las prioridades, con el fin de garantizar una política de admisión inclusiva y exitosa.
Espiga Noticias