La dictadura de Nicolás Maduro emitió un comunicado en el que informa una “reestructuración del servicio exterior” que incluye el cierre de las embajadas de Venezuela en Noruega y Australia, y la apertura de nuevas sedes diplomáticas en Zimbabue y Burkina Faso. Según el texto oficial, las medidas buscan “optimizar recursos y fortalecer alianzas con el Sur Global”.
El anuncio se produce pocos días después de que la líder opositora María Corina Machado recibiera el Premio Nobel de la Paz, reconocimiento internacional por su rol en la defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela, así como por su liderazgo en la victoria electoral de Edmundo González Urrutia en 2024, cuyos resultados no fueron reconocidos por la dictadura.
Diplomáticos y analistas consideran que el cierre de las embajadas en países europeos y oceánicos podría representar un aislamiento mayor de la dictadura venezolana respecto a Occidente, en medio de crecientes cuestionamientos internacionales. Noruega, recordemos, ha sido históricamente un país mediador en los intentos de negociación entre el chavismo y la oposición.
El comunicado ratifica la “voluntad de defender la soberanía nacional” y menciona que la atención consular a los venezolanos en esos países será asumida por misiones diplomáticas concurrentes, cuyos detalles aún no han sido anunciados.
Mientras tanto, líderes opositores celebraron el reconocimiento mundial a María Corina Machado, calificándolo como un símbolo de la resistencia democrática venezolana. Organismos internacionales y gobiernos democráticos han reiterado su llamado a una transición pacífica y al respeto de la voluntad popular expresada en las urnas.

