Ante la caída de los ingresos petroleros y el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos, que incluye el fin de la licencia a Chevron en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro ha decidido trasladar la carga financiera al sector privado, incrementando los impuestos y las tarifas de los servicios públicos. Esta medida busca compensar la pérdida de divisas, pero podría asfixiar a las empresas que aún operan en un entorno adverso.
Según informó la agencia Reuters, empresarios y analistas coinciden en que el nuevo esquema fiscal está dificultando aún más la recuperación de la empresa privada. Desde enero, Maduro pidió duplicar la recaudación tributaria, que el año pasado fue de 5.200 millones de dólares, y en abril firmó un decreto de emergencia económica que le permite eliminar exenciones fiscales. En el primer trimestre del año, los ingresos fiscales aumentaron aproximadamente un 20%, de acuerdo con datos citados por Reuters. Además, los servicios públicos, históricamente subsidiados, han duplicado sus tarifas en el último año, según el Observatorio Financiero Venezolano.
Representantes del sector empresarial han buscado negociar con las autoridades gubernamentales la revisión de algunos tributos, pero sin éxito. Una encuesta de Conindustria reveló que el 77% de los industriales considera que la carga fiscal es el principal obstáculo para operar, y el 60% espera que su producción se mantenga igual o disminuya en los próximos meses. Luigi Pisella, presidente de Conindustria, propuso ampliar la base impositiva para no seguir asfixiando a las empresas activas. “Cualquier impuesto adicional que se pague provendrá del capital de trabajo”, advirtió a la agencia de noticias.
El impacto ya se refleja en las expectativas laborales. Según Conindustria, las grandes empresas no planean aumentar su personal, y las medianas proyectan incluso una reducción cercana al 1%. Comerciantes del interior del país reportan el cierre de locales con baja facturación. Un empresario señaló: “Cuando un cliente paga por un producto, está pagando una buena parte de los impuestos que el comerciante le entrega al Estado”, y alertó sobre el peso de los impuestos municipales, que agravan los precios al consumidor. Las fábricas locales, a diferencia de las empresas extranjeras que importan productos terminados, enfrentan múltiples tributos por operar en varios municipios.
Desde el oficialismo, el aumento de la recaudación es presentado como un logro. El diputado José Vielma Mora afirmó: “Con una mayor recaudación fiscal se han podido aliviar los momentos económicos difíciles. Debemos agradecer al sector privado, que ha hecho una contribución considerable”. No obstante, los analistas no comparten el entusiasmo. Para Luis Bárcenas, economista de Ecoanalítica, los impuestos son simplemente “un salvavidas para el gobierno”. Su firma estima que la recaudación podría alcanzar los 13.000 millones de dólares este año y que las empresas ya destinan la mitad de sus ganancias al pago de tributos.
Reuters
