En medio de una nueva escalada de tensiones, el Gobierno de Venezuela ha movilizado unidades de su Armada Nacional Bolivariana en el mar Caribe, como respuesta directa al reciente despliegue de tres destructores de la Armada de Estados Unidos cerca de sus aguas territoriales.
La decisión fue anunciada por el presidente Nicolás Maduro, quien también ordenó la activación de 4,5 millones de milicianos en todo el país, dentro del marco del llamado «Plan de Paz», que, según el Ejecutivo, tiene como objetivo la defensa de la soberanía nacional ante lo que califican como «provocaciones externas».
Según informó el diario español El País, el despliegue militar venezolano surge como reacción al arribo de los buques USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, acompañados de unos 4.000 marines estadounidenses, movilizados en el sur del Caribe. Esta operación, impulsada por la administración de Donald Trump bajo el argumento de combatir el narcotráfico, ha sido interpretada por Caracas como una amenaza directa a su seguridad.
“El Caribe que nos pertenece será defendido”, afirmó el oficialismo en mensajes difundidos por medios estatales. Mientras tanto, la oposición ha advertido que este tipo de maniobras agravan la tensión interna y desvían la atención de la crisis social que atraviesa el país.
Hasta el momento, no se ha producido una respuesta diplomática directa entre ambos gobiernos, pero analistas señalan que el escenario actual podría afectar la estabilidad de la región.
Espiga Noticias