Fluctuaciones eléctricas sacuden a Portuguesa y a Venezuela
En la tarde del 16 de octubre, Venezuela experimentó una serie de bajones eléctricos consecutivos que generaron preocupación entre los ciudadanos. Los informes, difundidos a través de redes sociales, indicaron que al menos cinco fluctuaciones de voltaje golpearon distintas zonas del país, poniendo en riesgo equipos y electrodomésticos esenciales para el hogar.
Según los reportes emitidos por el equipo de El Pitazo, las fallas no se limitaron a Caracas sino que se extendieron a varios estados del país, incluyendo Miranda, Táchira, Zulia, Monagas, Lara, Falcón, Vargas, Mérida, Nueva Esparta, Sucre, Aragua, Carabobo, y Bolívar. El primero de estos bajones ocurrió aproximadamente a las 3:00 p.m., seguido de otros en cuestión de segundos.
Las redes sociales se convirtieron rápidamente en un canal de quejas y denuncias. Usuarios compararon los continuos bajones con «una discoteca» y exigieron respuestas de la estatal Corporación Eléctrica (Corpoelec). En varias zonas de los municipios Libertador, Mario Briceño Iragorry, José Félix Ribas, Santiago Mariño, Girardot, y Sucre se reportaron apagones, intensificando la preocupación y molestia entre los vecinos.
Entre los testimonios, los residentes del estado Aragua manifestaron que los protectores de voltaje instalados en sus domicilios fueron incapaces de resistir el sobrevoltaje, resultando en la avería de varios equipos. Aires acondicionados, neveras, televisores, y lavadoras automáticas están entre los aparatos que más sufren debido a estas fluctuaciones eléctricas.
En declaraciones oficiales, Jorge Márquez, ministro de Energía Eléctrica de la administración de Nicolás Maduro, atribuyó estas variaciones a presuntos «sabotajes eléctricos», aunque las explicaciones oficiales no han sido suficientes para calmar a un público que demanda soluciones efectivas.
Este evento subraya la inestabilidad del servicio eléctrico en Venezuela, un problema persistente en los últimos años que afecta la vida cotidiana y aumenta los costos de reparación de los hogares y empresas afectadas. La población continúa esperando una respuesta concreta y medidas paliativas que garanticen la estabilidad de un servicio tan esencial.
