El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela impuso nuevas restricciones en el espacio aéreo del país al establecer cuatro zonas de exclusión dentro del FIR Maiquetía, que prohíben los vuelos comerciales, incluidos sobrevuelos y cruces, dentro de los segmentos delimitados. La medida, contenida en el Notam A0622/25 y divulgada por el abogado aeronáutico venezolano Guillermo De Armas, está vigente desde el 30 de noviembre hasta el 1 de marzo del próximo año.
Según el documento, las aeronaves civiles quedan impedidas de operar en varias coordenadas específicas del espacio aéreo venezolano debido a “operaciones militares”, lo que obliga al uso de rutas alternativas y a una coordinación estricta entre pilotos y centros de control. Estas restricciones afectan principalmente áreas del oriente y centro del país e incluso zonas cercanas al mar Caribe, en un contexto en el que la seguridad regional está bajo creciente atención internacional por el despliegue estadounidense, que se ha intensificado en las últimas semanas.
El Notam A0622/25 establece cuatro zonas de exclusión identificadas como N-5, N-6, N-7 y N-8. La zona de exclusión N-5 abarca el norte del estado Zulia y la Península de La Guajira, cerca de la frontera con Colombia, incluyendo áreas como Paraguachón, Castilletes, la Alta Guajira venezolana y el límite con Colombia. La zona de exclusión N-6 se ubica en el sur del Lago de Maracaibo, la sierra de Perijá y la franja fronteriza entre Zulia y Táchira, comprendiendo la sierra de Perijá, municipios fronterizos del Zulia, la zona montañosa hacia el sur del lago y las cercanías del eje Machiques–Colón.
La zona de exclusión N-7 corresponde a los llanos occidentales, en el límite entre Apure y Barinas y hacia el sur, incluyendo el norte de Apure, el occidente de Barinas, parte del piedemonte andino y zonas cercanas al eje Guasdualito–El Nula. Por su parte, la zona de exclusión N-8 se localiza en el sur del país, en el estado Amazonas y el límite entre Amazonas y Bolívar, abarcando el sur de Amazonas, el norte y noreste del estado Bolívar, zonas adyacentes al Parque Nacional Canaima y la cercanía a rutas hacia Brasil y Guyana.
En el plano internacional, el presidente estadounidense Donald Trump declaró recientemente que el espacio aéreo de Venezuela debe considerarse “cerrado en su totalidad”, lo que elevó la percepción de riesgo para la aviación civil. En paralelo, varias aerolíneas internacionales mantienen suspendidos sus vuelos desde y hacia Venezuela.
Ante este escenario, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) reiteró que las aerolíneas deben conservar la libertad de evaluar individualmente los riesgos antes de volar hacia o sobre Venezuela, con la seguridad como prioridad absoluta. “La seguridad es y seguirá siendo la principal prioridad de la aviación», recordó la organización, que agrupa a más de 360 aerolíneas en todo el mundo.
La entidad enfatizó que, en contextos donde existen alertas explícitas, como las emitidas recientemente por Estados Unidos y Europa, la prudencia debe guiar la toma de decisiones, incluido suspender o cancelar operaciones si es necesario. En esa línea, la Agencia Europea de Seguridad Aérea había alertado el sábado sobre los riesgos operacionales en Venezuela y recomendó extremar precauciones al menos hasta el 31 de enero de 2026.
Aunque el gobierno de Nicolás Maduro no ha declarado un cierre total de su espacio aéreo, el Notam A0622/25 incrementa las limitaciones a la aviación civil. Para IATA, los cielos deben mantenerse abiertos en principio, pero siempre subordinados al cumplimiento legal y a la protección de pasajeros y tripulaciones. “Las aerolíneas han manifestado su disposición a reanudar los servicios hacia Venezuela tan pronto como existan las condiciones necesarias para hacerlo de manera segura”, indicó la asociación, que instó a los gobiernos a respetar la independencia operacional de las compañías.
El Nacional
