El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, ha expresado su profundo descontento ante la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reincorporar a Cuba en la lista de naciones acusadas de promover el terrorismo. Esta decisión revierte una orden ejecutiva anunciada por el expresidente Joe Biden, solo días antes de concluir su mandato.
Mediante un comunicado difundido en la plataforma Telegram, Yván Gil calificó la medida como «infundada» y «arbitraria», describiéndola como un «acto de hostilidad» que, según él, contradice los principios del derecho internacional y obstaculiza los esfuerzos globales por la paz y la cooperación. El Gobierno de Venezuela instó a la comunidad internacional a «rechazar» esta decisión.
Anteriormente, Joe Biden había optado por retirar a Cuba de dicha lista, una acción pensada para facilitar la liberación de varios prisioneros cubanos en un proceso mediado por el Vaticano. En concordancia con esa medida, las autoridades cubanas anunciaron la liberación de 553 personas sancionadas por diversos delitos.
Desde la perspectiva del gobierno venezolano, las acusaciones dirigidas a Cuba no solo «carecen de fundamento», sino que también reflejan una intención de reinstaurar políticas de agresión y coerción que han marcado las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Venezuela condenó lo que considera un «acto injusto», instando a la comunidad internacional a «denunciar» y «rechazar» esta decisión, ya que infringe los principios de respeto a la soberanía nacional y busca «justificar» el bloqueo contra Cuba, vigente por más de seis décadas.
El reciente anuncio del presidente Trump fue anticipado por Marco Rubio, nuevo secretario de Estado estadounidense y de origen cubanoamericano. Se teme que esta decisión pueda tener serias repercusiones financieras para Cuba. En contraste, Caracas había celebrado la «limitada» decisión de Biden de retirar a Cuba de la lista, exigiendo también el levantamiento «inmediato» del bloqueo.