El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, se pronunció este jueves frente a las declaraciones realizadas por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, durante su visita a Guyana. Rubio advirtió que un ataque militar de Caracas contra Guyana «sería un gran error», lo cual fue recibido por Caracas como una amenaza directa.
Padrino López declaró en una publicación en Instagram que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) «no tolera ni tolerará amenazas de ningún funcionario o Gobierno extranjero». Enfatizó que Venezuela responderá con «firmeza y determinación» ante cualquier provocación que comprometa la integridad territorial del país.
El ministro de Defensa rechazó las «delirantes amenazas» de Rubio, calificándolo como un «enemigo declarado de Venezuela». Resaltó la insólita calificación de las reclamaciones venezolanas sobre el territorio Esequibo como ilegítimas, recordando que el Acuerdo de Ginebra es el instrumento válido en la disputa territorial.
Padrino López expresó su preocupación por la posición de Guyana al buscar apoyo externo en lugar de los mecanismos establecidos en los acuerdos de Argyle. Señaló que la intromisión estadounidense podría escalar peligrosamente la situación en la región.
El ministro destacó la vocación pacifista de Venezuela y subrayó que nunca han pretendido amenazar o agredir a Guyana. Criticó al gobierno guyanés por actuar al margen del derecho internacional y adoptar una postura «sumisa y entreguista».
Asimismo, Padrino lamentó que Guyana se convierta en «la nueva colonia del imperio en la región» y subsidiaria de ExxonMobil.
Durante una rueda de prensa en Georgetown, Marco Rubio reiteró que cualquier ataque de Venezuela a Guyana o ExxonMobil sería «un día muy malo» para la administración de Nicolás Maduro. Afirmó que Estados Unidos cuenta con una Armada grande y compromisos vigentes con Guyana, aunque evitó detallar las acciones que podría tomar en caso de un conflicto.
Rubio subrayó que un movimiento agresivo por parte de la administración de Maduro sería «una muy mala decisión, un gran error». Esta declaración resalta la creciente preocupación por la estabilidad en la región y las relaciones bilaterales entre Venezuela y los Estados Unidos.
Este cruce de declaraciones entre altos funcionarios de ambos países refleja la tensión latente en una disputa territorial que data de décadas. El contexto internacional y las alianzas en juego añaden complejidad a una situación que demanda atención y gestión diplomática cuidadosa.
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