En el estado de Portuguesa, ha emergido un inquietante fenómeno que ha puesto en vilo a sus comunidades, alcanzando su clímax en la urbanización Roca del Llano en Araure. Vecinos consternados han reportado el macabro hallazgo de cinco gatos muertos en menos de una semana, apuntando a un posible caso de envenenamiento, lo que ha encendido las alarmas sobre el trato a los animales domésticos en la región.
Los habitantes de Roca del Llano piden una investigación exhaustiva para identificar a los posibles responsables y detener esta atrocidad. «Solo una persona desalmada puede cometer estas acciones y atentar contra seres inocentes como los animales», expresó una vecina visiblemente perturbada.
El llamado de los residentes también se ha dirigido a los administradores del condominio, solicitando medidas inmediatas que aborden estas acciones atroces que violan el respeto por la vida animal. No obstante, la comunidad también pone sobre la mesa el tema de la creciente población de gatos callejeros, un fenómeno que requiere atención para evitar descontrol en su proliferación.
Este preocupante índice de mortalidad animal no es aislado. Hechos similares han sido documentados en urbanizaciones vecinas como Los Molinos y El Pilar en Acarigua-Araure, e indignación similar se vive en el barrio José Antonio Páez del municipio Turén. En esta última localidad, la periodista Ariolys Aguilera utilizó las redes sociales para denunciar la pérdida no solo de sus queridas mascotas, un perro y un gato, sino también de cerca de 20 animales más entre perros y gatos.
Ante este escenario, cobra relevancia la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio que establece severas sanciones para quienes incurran en actos de trato cruel contra los animales, con multas que pueden ascender hasta las 100 unidades tributarias. Sin embargo, para los afectados y defensores de los derechos animales, estas sanciones son insuficientes. Ellos claman por penalizaciones más rigurosas, que incluyan penas de prisión para los perpetradores de estos crímenes atroces.
La creciente preocupación en Portuguesa exige una respuesta urgente y contundente de las autoridades para proteger a estos seres vulnerables y frenar esta alarmante tendencia de maltrato animal.