Portuguesa.- Ser médico significa ser un profesional de la salud que ayuda a las personas a prevenir, diagnosticar, tratar y atender enfermedades y lesiones.
El profesional de la medicina debe poseer vocación, principios y valores como empatía, humildad, humanidad, honestidad, ser buen oyente, comprensión, solidaridad, formación y valores humanos, y ser un eterno estudioso.
El doctor Pedro Ignacio Carvallo cita que «para ser médico hay que serlo en esencia. No se puede ser médico simplemente porque parece interesante. El ejercicio de esta profesión se haría insoportable si no se lleva en la sangre la vocación de ser médico.»
En el ejercicio médico, nunca se llega al final del camino; siempre habrá un problema no resuelto; siempre una misma enfermedad será diferente en otro enfermo; nunca una experiencia será del todo válida en otra situación. Lo único verdaderamente cierto en la práctica médica es que el mayor regocijo imaginable deriva de la satisfacción que es capaz de producir el ejercicio de la solidaridad humana.
Hipócrates de Cos es reconocido universalmente como el padre de la medicina moderna, mientras que José María Vargas es considerado el padre de la medicina en Venezuela. Por ello, cada 10 de marzo se celebra el Día del Médico en conmemoración de su natalicio.
Vocación y Pasión
Comenta César Augusto Tapia Martínez, un guanareño, hijo de una mujer apureña y un padre caraqueño, que para ser médico no solo hay que tener lo que se conoce como vocación, sino también una gran pasión o amor por esta profesión.
Cursó su primaria precisamente en la Escuela Dr. José María Vargas de Guanare, sin saber que años después sería colega del padre de la medicina en Venezuela.
Tras su paso por el Colegio Católico San José y luego por el Liceo «José Vicente de Unda», decidió estudiar la carrera de medicina en la prestigiosa Universidad de Los Andes en Mérida, donde se graduó como médico cirujano.
- «Elegí la medicina porque soy una persona apasionada por la lectura, todo lo relacionado con la biología y los seres vivos, entre otras cosas que me gustaban de esa carrera» – expresa César Augusto, quien agrega que su excelente promedio académico y la práctica del Karate Do a nivel de alta competencia le ayudaron a ingresar a su alma mater en el año 2007.
Recuerda que en el año 2012 inició sus pasantías y su primer servicio fue en traumatología, pasando por otras áreas hasta obtener su anhelado título universitario de «Médico Cirujano» en 2014.
- «De ahí me fui a ejercer mi carrera en el Hospital Dr. Luis Razetti de Barinas, donde hice mi residencia asistencial hasta el año 2017 y cumplí además con el artículo 8, requisito legal para poder continuar con mis estudios.»
Ese mismo año regresó a la Ciudad de los Caballeros (Mérida) para concursar en el postgrado de Traumatología y Ortopedia y, tras alcanzar esa nueva meta académica, regresó a laborar como médico especialista en su tierra natal.
- «Desde que me gradué como traumatólogo-ortopedista he dado lo mejor de mí a cada uno de mis pacientes. No solo es ser el médico que lo examina, sino también su amigo e incluso hasta su consejero» – destaca.
Índices
En su condición de especialista en el área de traumatología, el doctor César Tapia resalta que se siente preocupado porque en los últimos años se han incrementado los casos de lesiones óseas por accidentes de tránsito terrestre, especialmente con motos.
- «Actualmente en Venezuela tenemos un grave problema de salud pública en el área de traumatología debido al gran incremento de accidentes de motos.»
Es necesario que las autoridades competentes actúen de inmediato para minimizar los accidentes de motos, ya que las víctimas en su mayoría sufren lesiones óseas que son sumamente graves – comenta.
Precisa que, en su condición de especialista en traumatología, pone su máxima vocación, humanismo, conocimientos y entrega para ayudar a sus pacientes. «No dejes que una lesión te limite», dijo.
Es importante destacar que, aparte de ser un profesional de la medicina, es un hombre de profunda fe católica.
El doctor César Tapia felicitó a sus colegas médicos en su día, a quienes además exhortó a continuar cumpliendo al pie de la letra con su juramento hipocrático para seguir engrandeciendo a la medicina venezolana.



Miguel Enrique Villavicencio