Edgar José Miranda, reconocido ingeniero, abogado, administrador y agricultor, y exalcalde del municipio San Rafael de Onoto, hizo un enérgico llamado a las autoridades nacionales a propósito de la visita del nuevo Ministro de Agricultura y Tierras al Sistema de Riego Las Majaguas, en el estado Portuguesa. Como Coordinador Regional de GENTE Portuguesa, Miranda expresó su preocupación por la situación actual del sector agrícola, resaltando la necesidad de medidas inmediatas para garantizar la sostenibilidad de la actividad productiva en la región.
«Es urgente revisar el sistema de riego Las Majaguas, tanto su vida útil como la implementación de un plan de inversión para su recuperación», manifestó. Además, subrayó la importancia de ajustar los precios de los cereales y productos agrícolas, así como garantizar la asignación y disposición oportuna de diésel directamente al productor.
«El tamaño del Estado debe reducirse en la agricultura»
Miranda enfatizó que uno de los principales obstáculos para el desarrollo agrícola en Venezuela es la excesiva intervención estatal en actividades privadas, especialmente en el sector agropecuario. «Es inaplazable redimensionar y reducir el tamaño del Estado en la actividad privada y, en particular, en la agricultura», aseveró.
El exalcalde tambien compartió una experiencia propia durante la siembra de maíz para jojoto junto a su hijo, Edgar José, estudiante de cuarto semestre de Ingeniería Agrícola, y su yerno. Miranda describió cómo los productores enfrentan múltiples trabas burocráticas para movilizar sus productos.
«Para poder transportar el maíz, se necesitan hasta ocho sellos en la guía de transporte, pasando por varias entidades estatales«, explicó. «Y no solo eso, para llevar el producto al mercado, cada alcabala exige sellar la guía. Si decides regresar sin vender a precios prácticamente regalados, entonces te enfrentas a problemas porque solo tienes la guía de ida, no de vuelta», detalló con preocupación.
Denuncia sobre irregularidades en el mercado
Asimismo, Miranda denunció un monopolio en el mercado agrícola, donde los precios son impuestos casi de forma coercitiva. «El productor queda atrapado entre la obligación de vender a precios irrisorios o enfrentar problemas legales en cada alcabala si decide regresar con su mercancía», afirmó.
Finalmente, Miranda reiteró que las condiciones actuales están lejos de ser sostenibles y exigió acciones inmediatas. «Es urgente que el Estado se enfoque en soluciones reales para los agricultores, quienes somos los que verdaderamente mantenemos la producción en este país», concluyó.
