Portuguesa.- El crecimiento observado en la producción agrícola de Venezuela en los últimos años es atribuible principalmente a los esfuerzos de los productores locales, según Osman Quero, presidente de Fedecámaras Portuguesa. A pesar del avance, Quero destaca que solo un 30% de las inversiones para la siembra provienen de la banca, lo que subraya la falta de financiamiento como un obstáculo significativo en el desarrollo del sector agrícola del país.
Quero afirma que la ausencia de créditos adecuados limita la expansión de los proyectos productivos y la adquisición de nueva maquinaria agrícola. Este fenómeno ha dejado a los agricultores dependiendo en gran medida del capital privado para mantener sus operaciones. «En su mayoría, es el capital privado el que está invirtiéndose en el campo venezolano», declaró Quero. Además, señaló que el retraso en los pagos de las cosechas anteriores impide la inversión para el próximo ciclo de siembra, con productores todavía cobrando ventas de cosechas del año 2024.
La limitada participación de la banca en el financiamiento agrícola podría comprometer el ciclo de cultivos críticos como el maíz. La ventana para la siembra de maíz se extiende desde finales de abril hasta junio, periodo durante el cual los agricultores deben adquirir insumos como fertilizantes y herbicidas. «Debemos adquirir en ese tiempo todo lo que requiere el patrón tecnológico de la siembra de maíz», subrayó Quero.
En cuanto a la posibilidad de alcanzar el autoabastecimiento en ciertos productos agrícolas esenciales, Quero es optimista. Considera que, con el financiamiento adecuado, Venezuela podría recuperar en menos de cinco años la capacidad de cubrir la demanda nacional de productos como el arroz, maíz, caña de azúcar y café. En este contexto, Quero resalta la importancia del estado Portuguesa, conocido como el «Granero de Venezuela», en la dinámica agrícola del país.
La falta de crédito bancario representa un «cuello de botella» que frena el desarrollo de la producción nacional, una situación que Fedecámaras continúa abordando. La organización mantiene que se requiere un financiamiento de 1.500 millones de dólares durante cinco años para alcanzar la meta de sembrar 2,5 millones de hectáreas, lo cual contribuiría significativamente a la soberanía alimentaria de Venezuela.
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