Portuguesa.- Docentes, padres y estudiantes han alertado sobre una situación de deterioro en las 13 escuelas técnicas del estado Portuguesa, donde persisten condiciones precarias de mantenimiento, robos de infraestructura y falta de equipos para talleres, lo que amenaza la formación profesional de los jóvenes y el papel de estas instituciones en el desarrollo local.
Según reportes de medios independientes, las escuelas técnicas se mantienen operativas principalmente por la vocación de sus docentes, quienes continúan impartiendo clases pese a percibir bajos ingresos desde hace años y trabajar con herramientas mínimas. No obstante, varias sedes han sido objeto de saqueos y desmantelamiento: laboratorios y talleres están inoperativos, los equipos son obsoletos o han sido robados, y algunas aulas se encuentran sin techo o sin mobiliario funcional.
La Escuela Técnica Industrial “Simón Bolívar”, en Acarigua, figura entre los planteles más afectados. Su matrícula ha disminuido de forma significativa y solo una parte de las aulas está en funcionamiento. Los talleres de mecánica, soldadura y otros oficios dejaron de operar debido al robo de transformadores eléctricos y otros componentes esenciales. Ante esta situación, los estudiantes se ven obligados a realizar prácticas en talleres externos, en muchos casos utilizando equipos de los propios profesores, lo que compromete la calidad de la formación técnica que reciben.
Líderes sindicales han advertido que, aunque el compromiso de los docentes ha permitido sostener el funcionamiento de estas instituciones, la falta de reconocimiento económico y de apoyo institucional pone en riesgo la continuidad del proyecto educativo técnico. Plantean que es necesaria una intervención estatal para dotar a las escuelas de recursos adecuados y garantizar una educación técnica de calidad para los estudiantes.
Padres y representantes han solicitado la puesta en marcha de un plan de recuperación para las escuelas técnicas de Portuguesa. Entre sus demandas se encuentran la reparación de la infraestructura, la reactivación de los talleres, la renovación de equipos y la definición de una estrategia para prevenir nuevos saqueos. Advierten que, sin estas medidas, el abandono de estos centros podría acelerar el deterioro de la educación técnica en la región.
Este reclamo se inscribe en una crisis más amplia del sistema educativo venezolano, en la que la falta de inversión sostenida impacta de manera particular a los planteles técnicos, considerados fundamentales para la capacitación profesional de los jóvenes y para el impulso del desarrollo productivo regional.
Espiga Noticias
