La calidad de vida de los guanariteños se ve cada vez más afectada por la inestabilidad del sistema eléctrico que asola la región. Este problema, caracterizado por las frecuentes fluctuaciones de voltaje, ha sumido a la población en una calamidad que no discrimina ideologías políticas, afectando a todos por igual.
Según el licenciado Felipe Jiménez Dueño, director general de la Alcaldía de Guanarito, la situación eléctrica se ha tornado extremadamente irregular y grave. A pesar de encontrarnos aún en temporada de lluvias, la empresa estatal eléctrica, junto con otras instancias gubernamentales, no ha mostrado interés en abordar este problema de forma seria o proporcionar siquiera soluciones paliativas, dejando a los ciudadanos desprotegidos frente a esta crisis.
Los bajones de voltaje se han vuelto una constante diaria, especialmente después del mediodía. Este fenómeno impide el funcionamiento normal de los motores de los acueductos, dejando al municipio sin agua potable durante largos periodos. Equipos esenciales en los hogares, como acondicionadores de aire, televisores y refrigeradores, sufren daños severos debido a estas interrupciones regulares del suministro eléctrico, que ocurren en intervalos de apenas cinco minutos.
Impacto en los Sectores Comercial y Sanitario
En el ámbito comercial, las carnicerías operan muy por debajo de su capacidad, temerosas de las pérdidas que podrían sufrir en carnes, embutidos y otros productos perecederos. De igual forma, quienes dependen de computadoras para trabajos administrativos enfrentan la imposibilidad de llevar a cabo sus tareas sin interrupciones.
Pero quizás donde este problema se vuelve más crítico es en los centros de salud pública. Los niños, ancianos y enfermos sufren las consecuencias más severas de un sistema eléctrico que se deteriora con el tiempo. La falta de confiabilidad en el suministro eléctrico compromete la operación de equipos médicos vitales y agrava las condiciones de los más vulnerables.
Jiménez Dueño criticó también la actitud de los partidarios del oficialismo, quienes, en lugar de presionar al gobernador y a Corpoelec para que actúen de inmediato, se complacen en promover la idea de que Portuguesa es el estado líder en cuanto a servicios públicos. Este desenfoque en las prioridades gubernamentales no solo ignora las necesidades urgentes de la población de Guanarito, sino que también embiste contra la esencia misma del servicio público que debería estar al servicio de todos los ciudadanos sin excepción.
La situación en Guanarito exige respuestas inmediatas y efectivas de las autoridades pertinentes para mitigar los estragos de esta crisis energética que amenaza la vida cotidiana y la dignidad de sus habitantes.