Este viernes 26 de julio, ciudadanos acreditados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para participar en el proceso electoral del próximo 28 de julio han denunciado que se les está impidiendo ejercer sus funciones en varios centros de votación. La situación ha sido particularmente alarmante en la ciudad de Araure, donde se reportaron restricciones de acceso en el centro de votación ubicado en Imdera durante la instalación de las mesas electorales.
En un video que ha circulado en redes sociales, la ciudadana Karelis Pacheco (@kerlisdpc), acreditada por el CNE, denuncia que se le negó la entrada al centro de votación a pesar de haber presentado su credencial oficial.
Pacheco, entre lágrimas e impotencia, señala que, mientras a ella se le acusó de portar una credencial falsa, otras personas, identificadas como «testigos y afectos al gobierno», pudieron ingresar sin ningún inconveniente.
Esta situación ha suscitado un profundo malestar entre los votantes y observadores, quienes manifiestan su preocupación por posibles actos de discriminación que vulneran los derechos de participación ciudadana en el proceso electoral. La integridad del proceso democrático se ve comprometida cuando se generan condiciones que limitan la participación de ciudadanos debidamente acreditados.